miércoles, 7 de octubre de 2015

Mis citas favoritas de Cazadores de sombras 6. Ciudad del fuego Celestial - Cassandra Clare



"Durante generaciones, esta espada ha pertenecido a los Carstairs. La inscripción nos recuerda que los cazadores de sombras somos las armas del Ángel. Templados por el fuego, nos hacemos más fuertes. Cuando sufrimos, sobrevivimos"  Pág 11




"Había algo sencillo y elegante en la estrella. Brillaba en la oscuridad, una oscuridad que nunca se iluminaría, y era solitaria de un modo que sólo lo que nunca muere podía serlo"  Pág 78




"Los héroes no son siempre los que ganan. A veces, son los que pierden. Pero siguen luchando, y siguen aguantando. No se rinden. Eso es lo que los convierte en héroes"  Pág 93

"A veces no se puede volver atrás. A veces, demasiadas cosas han cambiado."  Pág 214




"Hay recuerdos que el tiempo no borra. La eternidad no hace que se olvide lo que has perdido, sólo que soportes la pérdida".  Pág 218




"A veces debes perderlo todo para volver a ganarlo, y esta recuperación es aún más dulce después del dolor de la pérdida".  Pág 236




"Se necesitaba coraje para vivir una vida inmortal y no cerrar el corazón y la mente a experiencias o gente nueva. Porque lo que era nuevo casi siempre era temporal . Y lo que era temporal te rompía el corazón".  Pág 240




"Hubo un tiempo en que pensaba que había gente buena y gente mala, que había un lado de luz y otro de oscuridad, pero ya no creía eso. Había visto la maldad en su hermano y en su padre, la maldad de las buenas intenciones equivocadas y la maldad del puro deseo de poder. Pero en la bondad tampoco había seguridad: la virtud podía cortar como un cuchillo, y el fuego del Cielo era cegador".  Pág 278




"Creo que a veces somos temerarios con nuestro corazón del mismo modo que lo somos con nuestra vida. Lo entregamos, lo damos por completo. Y si no conseguimos lo que necesitábamos tan desesperadamente, ¿cómo vivimos?".  Pág 296




"Agudas son las flechas de un corazón roto".  Pág 325




"Me siento como Lucifer en El paraíso perdido. << Avergonzado se halló el Diablo. Y sintió cuán sobrecogedora es la bondad.>> Lo decía en el sentido clásico. << Sobrecoger>>: que inspira temor por su grandeza. Y ese temor está bien, pero en el amor es un veneno. El amor tiene que darse entre iguales".  Pág 398




"Te amé temerariamente desde el momento en que te conocí. Nunca me importaron las consecuencias. Me decía que sí, que tú también querías, y por eso lo intenté, pero no lo conseguí. Te quería más a ti de lo que quería ser bueno. Te quería más de lo que nunca he querido nada".  Pág 485




"Por un momento, él la miró atónito, los labios ligeramente entreabiertos, y Clary notó que se sonrojaba. La estaba mirando como si fuera la primera estrella que hubiera lucido jamás en el firmamento, un milagro pintado en el rostro del mundo en el que él casi ni podía creer".  Pág 487




"- Tengo el don de la inoportunidad. Pero eso no quiere decir que no lo diga en serio. Hay cosas que queremos más allá de lo que sabemos, más allá de lo que sentimos. Hay cosas que nuestra alma quiere, y la mía te quiere a ti".  Pág 492




"- Te amo. Y no quiero que tú me lo digas a no ser que sea cierto, pero yo te amo".  Pág 492




"Ellos tienen la oscuridad; nosotros, la fuerza del Ángel. El fuego prueba el oro. En este fuego todos seremos probados, y reluciremos".  Pág 518




"- No quiero el mundo. Te quiero a ti".  Pág 577




"Si eso era la paz y la victoria, pensó Emma, quizá, a in de cuentas, la guerra fuera mucho mejor".  Pág 596




"Si nunca le cuentas a nadie la verdad sobre ti, finalmente comienzas a olvidarla".  Pág 611




"- Los fantasmas son recuerdos, y cargamos con ellos porque aquellos a los que amamos no dejan este mundo". Pág 650




"El amor no acaba cuando alguien muere".  Pág 658




"Somos todos los fragmentos de lo que recordamos. Tenemos en nuestro interior las esperanzas y los temores de aquellos que nos aman."  Pág 658



"Servimos libremente

porque amamos libremente, ya que es nuestro deseo
amar o no amar; y así nos alzamos o caemos". Pág 664

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